sábado, 21 de abril de 2012

Puta pesadilla.


Esa pesadilla no me deja dormir. Ahora, esa pesadilla se ha convertido en un miedo. No son las alturas, ni los perros, ni las tormentas, ni la muerte. Mi pesadilla es vivir sin ti a mi lado. Que de tu boca salga ese “no puedo con esto, he conocido a otra”. No podría vivir con eso, incluso me cuesta escribir esto. Esa puta pesadilla se ha convertido en mi mayor miedo. Odio levantarme con los ojos rojos, odio levantarme con esas lágrimas cayendo por mis mejillas. No puedo ni imaginarmelo, ni quiero. ¿Que sería de mi? Sin ti en mi día a día. Sin poder escuchar esa voz todos los días. Sin volver a poder decirte que te quiero, ni poder ver tu bella sonrisa ni tus ojos café.

La pesadilla solo lleva a una solución. Desde luego, si pasa no podría sobrellevarlo día a día. No podría verte con otra persona, eso se me hace ya imposible. Me mataría por dentro poco a poco hasta caer con la solución. Y es que solo habría una. Acabar con mi vida. Hundir mi cabeza en el mar. Hundirme cada vez más hasta que las olas me arrastren hacia abajo. Y en el último aliento de mi vida volver a pensar en ti y terminar con esa sonrisa que solo tú sabes sacármela.

martes, 10 de abril de 2012

La verdad duele, la mentira mata.

Me quemaba por dentro mientras veía esos mensajes. Mi mundo se venía abajo. Estaba sola, llorando en aquella terraza intentando que nadie me escuchara. Intentando buscar un resquicio de algo que no hubiera sido una mentira. Cansada de mis pensamientos, consumida por tus mentiras. Perdida en mis lágrimas me prometiste que jamás volverías a mentirme. Una promesa es una promesa.