martes, 14 de febrero de 2012

Y da igual todo lo demás, porque cuando recuerdas la primera vez que le viste, supiste que podría haber 50 tanques impidiéndote el paso, que tú vas a luchar por él, que te enfrentarías a un ejército entero por verle en el último segundo de tu vida.

Pena de ti, tía.

Que pena me da. Que pena me da ver como una amistad se pierde. Que pena me da recordar todos esos momentos en verano, y ahora verlos lejanos, demasiado lejanos. Que pena me da de que a ti no te importe esto. Un día decidiste cambiar… ¿o decidiste por fin mostrarte tal y como eras? Que pena me da ver como esto se pierde. Porque yo soy la única que lo ve, a la única que parece que le importa. Pena de mí. Yo soy la que veo como cada día nos distanciamos más, como cada día que pasa ya ni hablamos. Que coño, pena de ti, que cuando decidas pedir perdón por todos los errores que estas cometiendo, ya será demasiado tarde.

Día de San Valentín. Yo, como siempre, sigo pensando en que es un día como otro cualquiera. Todos los días tienes que demostrar que quieres a esa persona. En mi opinión, que se joda el día de san Valentín, yo TE QUIERO todos los días, los 366 días, que este año es bisiesto.

domingo, 5 de febrero de 2012

Seguiré viendo cientos de parejas, felices, pasar por mi lado; y eso me llevará a repetirme una vez más que la distancia no es más que una línea pero que has traspasado. No podré comparar a nadie contigo, no habrá nadie como tú, ni nacidos aquí, ni turistas ni nadie. De todos los siete mil millones de personas que hay en la Tierra, eres la única a la que quiero a mi lado.

Love > Distance

Hace unos días, al montarme en el autobús vi a dos amigas sentadas en la parte de atrás. Estaba un asiento más para delante de ellas y entonces, las oí. Una tenía la voz temblorosa, signo de que ya mismo iban a caer algunas lágrimas. Su amiga intentaba consolarla. Le decía que todo saldrá bien, que él se recuperará… Entonces ella, con la última voz que le quedaba, dijo: ¿Y si se va? No sabes lo que es porque nunca has amado a nadie.

La amiga sin decir nada más, la abrazo.


En ese momento él apareció en mi mente. Pensé en lo que había dicho ella. Y entonces se me hizo un nudo en la garganta al pensar como sería si estuviese en su lugar. ¿Qué sería de mí si tú te fueras? Y no se deberían pensar estas cosas, pero ella consiguió que me lo imaginara. Y es que, si estuviera en su lugar mi vida sería como un cristal, frágil, casi susceptible, con gran facilidad para romperse en cualquier momento.


Y entonces la amiga volvió a intentar consolarla. Le dijo que no se podía querer a nadie en tan poco tiempo, que si se iba podría superarlo… y hubo una pregunta que realmente me hizo pensar, ¿de verdad vale la pena pasarlo así de mal?

Esa pregunta quebró el cristal. Volví a hacerme esa pregunta en mi interior, no voy a decir que no me he hecho más veces esa pregunta. Una vez alguien me hizo esa misma pregunta hace unas semanas.

¿Qué si vale la pena pasarlo mal?

Llegué a mi parada antes de lo pensando. Me baje echando una última mirada a la chica que seguía llorando desconsoladamente. De camino a casa, esa pregunta rondaba mi cabeza. Llegue a un paso de peatón y espere a que el semáforo se pusiera en verde. Mire hacía un lado y después a otro, no puedo pasar, aún vienen coches. Y al mirar para delante, veo un graffiti en una fachada de esta ciudad. Ese graffiti es su nombre. Al verlo una sensación de añoranza y alegría se mezcla en el ambiente. Y entonces ya encuentro respuesta a esa pregunta…

Pienso en mi llegada. Lo veo allí esperándome, como siempre hace tantos días, tantas semanas, tantos meses, hasta ese día… y después él me echa esa sonrisa.

Entonces, en ese instante de segundo, sé que todo esto vale la pena. Y ahora cada vez que me preguntan si vale la pena.. ni lo pienso, solo contesto un rotundo sí.

Y vuelven a preguntarme, ¿Por qué?

Porque simplemente ese fino cristal se tranforma en diamante cuando estoy con él.

Perdámonos, vamonos lejos de aquí. A un lugar donde nadie nos conoce, donde nadie sabe nuestra historia. Que no haya nadie que nos salude por la calle. Que no haya nadie que nos intente separar. Fuguemonos a un lugar donde nadie sepa nuestro nombre, donde nadie sepa lo que hemos pasado. Donde la gente no pueda hablar de ti, de mi, de nosotros. Quiero vivir mi vida, y mi vida esta donde estas tú.