Tiempo al tiempo.

Vas andando recto por el camino de la vida, sin desliz, sin tropiezos. Vas con una sonrisa de oreja a oreja. Andando ligeramente a través de esas piedras. Y es increíble cómo de repente alguien aparece en ese camino y tambalea toda tu vida. Y parece que ya no andarás más, que te has caído y no puedes levantarte. Que te falta el aire y no puedes seguir. Y parece tan lejano el camino por olvidar, tan imposible. Pero tienes que hacerlo, cueste lo que cueste. Si cuesta lágrimas, sécatelas. Si cuesta heridas, cúralas. Si cuesta tiempo, ya sabes lo que dicen, tiempo al tiempo.