– ¿Vale la pena pasarlo tan mal? – me dijo una vez alguien con una voz algo áspera.

+ ¿Qué si vale la pena? – solté una pequeña risita. – A veces yo también me hago esa pregunta. Qué si vale la pena pasar por todo esto, que si vale la pena pasarlo tan mal… pero entonces llegas allí y lo ves, después de haber esperado… un mes, dos meses. Y lo ves y… te echa esa sonrisa. Entonces sí, en ese momento sabes que vale la pena todo esto.