Cierra los ojos. Imagina un lugar precioso lleno de flores, de calma, de paz. Imagina que caminas a través de el, esquivando las hojas que caen de los árboles en otoño y sintiendo las mariposas posándose en tu dedo. Imagina que vas de la mano de esa persona tan especial. Imagina que no existe ninguna de esas cosas a las que temes, ninguno de esos problemas que ahora mismo no puedes solucionar; ya nada importa.
Ahora abre los ojos.
“Plaf” ese es el sonido de haberte chocado con la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario